25 marzo 2006

MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

El comercio, tráfico y trasvase de mercancías-personas entre países o zonas desde un punto de vista de clase.

"El creer que cuando en un país están a la orden del día las corrupciones más escandalosas, cuando el pueblo se ve oprimido y explotado de la manera más infame, cuando el derecho y la justicia ya no son nada, cuando la sociedad empieza a disolverse en la anarquía, que es lo que acontece actualmente en Francia, es deber de todo militante de la justicia y la verdad permanecer en el país para ilustrar al pueblo, infundir nuevos ánimos a los que desfallezcan, echar las bases para una nueva organización social y hacer frente gallardamente a los malvados. Si los hombres justos y honrados, si los que han de luchar por un mañana mejor, abandonan el campo a los oscurantistas y canallas, Europa tendrá necesariamente que hundirse y se hundirá, y con ella el continente en el que, aunque sólo sea por razones estadísticas, primero y más facilmente puede implantarse el comunismo, y la pobre humanidad tendrá que pasar por una nueva prueba de fuego y de miseria, que aún durará varios siglos."
- Revista Comunista, n.1, Londres septiembre 1847.

Artículo de la Liga de los Comunistas de hace más de siglo y medio sobre la inmigración europea a América, que bien puede aplicarse a los movimientos migratorios que hoy se dan (principal, pero no exclusivamente) a la inversa.

13 Comentario/s:

El 8/17/2006 2:40 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Está claro que sin la solidaridad de las personas emigradas a cualquier lugar debe ser bastante complicado llevar a cabo una lucha, por el posible esquirolaje y tal... la Internacional tiene mucho que ver con esto, ya que se traían personas de otros países a trabajar para escamotear las huelgas de los obreros.
Pero ¿no ha resultado siempre más "fácil" emigrar que quedarse a luchar en el propio país?
¿No es cierto que muchos de los emigrantes que están hoy aqui, y como aqui en muchos lugares, vienen de la clase media de sus países y se instalan aqui como tales? Se tiene que tener un cierto capital, sobre todo en países como Paquistán, la India, China, el África subsahariana, y hasta américa latina, para poder irse a otro país con un mínimo de dinero que te haga sobrevivir al menos unos pocos días hasta encontrar trabajo en el país de destino. Como bien escuchamos muchas veces, tinen carreras universitarias, y en los países en vias de desarrollo no estudia cualquiera en la universidad.
Creo que aqui explicamos mucho mejor el tema del llamado racismo. Las clases medias siempre tan convulsas, siempre con el peligro de proletarizarse, ven en esas clases extranjeras que instalan sus negocios - y mafias-, por debajo de los costes, haciéndoles un competencia feroz, un grabe peligro, un terrible enemigo.
Se observa casi a la perfección en la ciudad de Valencia: vienen de haber estado trabajando duramente durante un tiempo en Madrid y montan sus negocios en una ciudad más barata y acorde con los climas a los que están acostumbrados,y... te sale el racismo que actualmente existe en Valencia, donde perfectamente ves a los niños salir del colegio e increpar a otros niños sudamericanos o africanos.
Por tanto, aqui hay matices que señalar. Que por un lado, emigran gentes de distinta clase social, aunque coyunturalmente estén trabajando aqui, siguen bajo la actitud política de su clase; es decir, teniendo los mismos intereses que en su país: los de la paqueña burguesía.
Otro punto, que generalmente con quienes tiene choques es con la pequeña burguesía autóctona, por lo general, que ven un peligro de depauperización.
En un último punto, la necesidad de los trabajadores autóctonos de coaligarse con los trabajadores extranjeros, para que no sigan depauperando nuestro nivel de vida. Pero cuidado por que muchísimos de ellos sólo están coyunturalmente viviendo como trabajadores y no les importa estar superexplotados, porque sus intereses son otros; hacer dinero rápido y volverse para montar negocios en sus países, en el país de destino, etc...
No quiere decir que no vengan también trabajadores o que trabajando como tales hagan algo en cuanto a su interés como trabajadores. Hay casos como en Almería, la huelga de El Ejido, y muchos otros donde participan como uno más con los trabajadores autóctonos.

Pero NUNCA hay que olvidar que vienen tanto explotadores como explotados, que no están todos en el mismo bote, y que precisamente meterlos a todos en un mismo bote aislado es el peor abandono que se puede hacer en este sentido. Esto es, asi como algunos se integran en las asambleas de trabajadores; cada vez más los burgueses que vienen con organizaciones sólo de inmigrantes, con sindicatos de inmigrantes, con periódicos de inmigrantes -podemos observar cómo se coaligan trabajadores con burguesía de un mismo país extranjero, en el país receptor-, vuelven a encajar los intereses pequeño burgueses y de la burguesía de sus países emisores a los inmigrantes.
Y con todos estos puntos a discutir, quién me dice más...
Saludos

 
El 8/17/2006 2:41 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Comentario para Perco.
¿No te parece que si se toma a todos los inmigrante por trabajadores, se comete un grave error, ya que se da cancha libre por nuestra parte a que los burgueses inmigrante hagan comunidad con los trabajadores que tiene esa misma condición?
Lo que aqui se intenta plantear, es como si se sigue la política de "todos los inmigrantes son iguales", "son todos sufridores trabajadores a los que se les explota hasta la saciedad y por ello son buenos per se".
Creo que a lo único que lleva esa lectura de los hechos, esa simplificación, buscada conscientemente en algunos casos -e inconscientemente como considero que será el suyo-; sólo nos lleva a permitir y ver como bueno que se coaliguen burguesía y proletariado extranjeros, en una suerte de multiculturalismo.
Que es precisamente eso, hay que respetar el mantenimiento de las culturas de los países emisores en los receptores. De esta manera, ¿qué es lo que se fomenta? Pues las organizaciones sólo para inmigrantes, sindicatos para inmigrantes, asociaciones culturales, dirigidas por burgueses de sus países instalados aquí.
Desde Atime, pasándo por la multitud de asociaciones que se puedan llamar combativas o para la defensa económica y cultural (claro), hasta las Iglesias y sectas -Imanes, sacerdotes, curanderos, sindicalistas étnicos...-, hasta las mafias.
¿Qué es todo esto sino la conclusión de la inocencia y la buena voluntad de quienes aceptan a pies juntillas estas políticas de multiculturalismo?
¿Son todos buenos? ¿O en este aspecto de la vida también deberemos aplicar el rasero clasista?
Todo esto perece de una obviedad irritante, pero se participa en perpetuar el multiculturalismo si no se dicen todas las caras de la moneda, y se queda uno en decir que hay que apoyar a todos los inmigrantes que lo pasan muy mal.
¿Y qué decir de la gente en cuyo país está sucediendo un movimiento proletario, y se encuentran emigrados? No están perseguidos, ni organizados pero se dicen a sí mismos de izquierdas o incluso revolucionarios. Esa gente porqué emigra, ¿no deverían estar luchando en sus países contra su propia burguesía? No se refería a eso el texto también?
Salud

 
El 9/05/2006 1:17 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

En ese artículo, de la Liga de los Comunistas (no olvidemos que la revista era el órgano de éstos, no de Marx), se habla de los emigrantes utópicos ("El plan de emigración del ciudadano Cabet"), pero en esta misma revista (de número único) dedican otro artículo en exclusiva a los emigrantes económicos ("Los emigrantes alemanes"), a los que igualmente les da lo que les corresponde.

Y el planteamiento es idéntico, pese a todo: desde el punto de vista revolucionario la emigración no supone ningún avance, en cuanto elude la lucha en pos de "una vida mejor". Y el problema no es pretender "una vida mejor" (no hemos por qué ser martiristas obreristas), el problema es no hacerlo planteando una lucha (de clase).

El que proletarios con estas pretensiones los haya aquí en Europa, no resta en absoluto profundidad y acierto a la cuestión. Y la crítica es la misma para todo aquel que sólo quiere mejorar su vida (la suya, sin preocuparse por su clase), y por tanto, por fuerza, ha de abandonar ese terreno de clase, para empezar a tontear peligrosamente con el terreno de la traición.

No es cierto que la miseria empuje a emigrar. La miseria empuja a la necesidad de luchar contra esta. Y por tanto a la necesidad de luchar contra la explotación. La huída no encara esta lucha.

A estos, digo, la Liga de los Comunistas les dedica su parte:

"Y a propósito camaradas, ¿qué tal estaría, si un buen día, en vez de emigrar a la remota república de Norteamérica, dejándose desnudar y explotar en el viaje, apretáseis un poco vuestras filas, pusiéseis término a ese absurdo "cristiano-germano" y enviaseis a vuestros príncipes paternales y bondadosos a hacer un viaje bajo cielos más suaves (a Texas, por ejemplo, o al África central, donde tan de buena gana quieren expediros tan píos hermanos), o a una cima más adecuada para su constitución (a Rusia, pongamos por caso), y os decidiéseis a instituir en Alemania una república en la que todo el que quisiera trabajar encontrara medios de vida? ¿Eh, qué decís a eso? Nos parece que bien valdría la pena intentarlo; se ahorraría mucho tiempo y dinero, y podéis estar seguros de que costaría diez veces menos víctimas que las que siembran la ruta de los emigrantes hacia el Nuevo Mundo.
¡Proletarios, pensad alguna vez en esto!" (Los emigrados alemanes, Revista Comunista N.1)

¡¿Qué de terrible actualidad, no?!

La relación con la actualidad es absoluta. Y aquí es necesario insistir en las diferencias.

Lo que Marx constató en 1847 en París, no es que hubiera muchos “emigrantes” alemanes, sino que lo que había era muchos EXILIADOS alemanes, cosa radicalmente distinta. Lo que había en París, como en Londres, eran trabajadores que se vieron en la necesidad de huir, precisamente por luchar, tanto contra esa miseria, como contra la burguesía y por su clase. Es totalmente necesario hacer la diferencia entre emigrante y exiliado. Son estos exiliados los que forman esas asociaciones obreras (llamadas “clubs”) de las cuales saldrían tanto la Liga de los Comunistas, como posteriormente la Internacional.

Precisamente en la creación de esta la Internacional, fue un factor clave la cuestión de la emigración. Las primeras reuniones entre obreros de París y de Londres se hicieron para tratar la cuestión de la emigración. Los sindicatos ingleses se oponían a la emigración que venía dándose de trabajadores franceses que eran contratados por los empresarios ingleses para realizar todo tipo de acciones anti-obreras, desde de deprimir el salario hasta la función de esquirolaje. Y en esta cuestión se encuentra uno de los orígenes de la Internacional.

La cuestión que creo que aquí se ha tratado no es la de plantear una lucha anti-inmigrante ni nada parecido. Sino sencillamente, no tratar a los emigrantes como trabajadores a secas. Primero, una enorme cantidad no lo son. Segundo, no todos los que son trabajadores son pobres (el trabajador realmente pobre a lo sumo tiene medios para emigrar al país más cercano, no para cruzar un océano o medio continente). Y tercero, la condición de “trabajador pobre” no es un salvo conducto que exculpa de la pasividad y justifica el esquirolaje, y por tanto los trabajadores emigrados han de ser tratados en función de lo que ellos mismos manifiesten, y su postura respecto a la clase, como los demás trabajadores.

Entonces, si lo prefieres, aceptamos tu ironía. Bien, que vengan emigrantes. Ahora te pregunto, ¿qué hacemos con aquellos que acepten trabajar por debajo del salario? ¿con los que acepten cobrar una parte de su trabajo en negro? ¿con los que no coticen la seguridad social? ¿O es que no han de importarnos estas cuestiones?

Aquí nadie ha dicho que “cada uno debe luchar en su patria”, no empecemos con manipulaciones y vamos a lo que vamos. Para empezar, porque precisamente lo que está por demostrar, es que los que eluden la lucha allí donde les ha tocado nacer y vivir, vayan a luchar en otro sitio por la varita mágica que otorga la categoría de “inmigrante”.

 
El 9/05/2006 1:20 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

1.La manipulación es de parte de vosotros y es del tamaño del cielo, basta ver la distancia que en la citación el mismo Lenin toma en contra.

Además, la cita sobre los emigrados alemanes no la hemos encontrado en ninguna parte. Al parecer la excepcional revista de número único también había sido publicada en un solo y único ejemplar que sólo el celoso portero galáctico posee.

A pesar de reconocer que el artículo de Marx no decía nada de lo que uds querían que dijera: condenar la emigración proletaria, insisten en la diferencia que supuestamente había entre exiliados y emigrados para hablar de los trabajadores alemanes que Marx encontró en Paris. Eso no parece corresponderse con la realidad. La emigración alemana fue en parte política (profesores, abogados, estudiantes, periodistas, el mismo Marx y Engels) pero en su gran mayoría era una emigración económica, provocada por la crisis agrícola a partir de 1830 y luego la crisis política y social de 1840 (campesinos arruinados, artesanos, proletarios). En Paris, en 1850, de 50 a 80 mil alemanes, proletarios en su mayoría o en vías de proletarizarse.

Los historiadores reconocen que el movimiento obrero alemán nació antes de 1848, fuera de Alemania, en la emigración en países como Inglaterra, Bélgica, Francia, etc. En Paris los obreros y artesanos alemanes habían constituido una asociación de mutuo socorro a comienzos de 1830. Las primeras organizaciones políticas datan de la mitad de los años 30: "Asociación patriótica" que se transformó en 1834 en la Liga de Bannis. Bajo el impulso de la mayoría compuesta de artesanos, se acerca a las posiciones babuvistas (Gracco Babeuf) con orientaciones utopistas; lo que dará nacimiento a la Liga de los Comunistas de 1847.

2. Hablan confusamente de "esquirolaje", inmigración, la Internacional; como quiera que sea, la emigración fue un factor clave en la fundación de la Primera Internacional. Y que una de sus tareas consistió en impedir el reclutamiento de "esquiroles" venidos del otro lado de la Mancha para sabotear las huelgas, así como tambien llamar a la solidaridad concreta entre trabajadores de uno y otro lado de la frontera; lo esencial era unir a los trabajadores, ¡y no de erigir barreras entre ellos! Hay que resaltar que la Liga de los Justos que al comienzo organizaba a los trabajadores emigrados alemanes, con su transformación en Liga de los Comunists se abrió a los proletarios de todas las nacionalidades ¡en el país donde residen y trabajan!

3. Dicen:

a) "Todos los emigrados no son trabajadores". Cierto, pero desde el principio de todo principio y siempre ¡hemos hablado de "proletarios (trabajadores) emigrados"!

b) Que todos los trabajadores no son pobres. ¿Cómo puede entenderse esto? entonces ¿qué es un trabajador rico? Para nosotros un proletario es un "sin reserva", alguien que no posee en substancia sino su fuerza de trabajo y que debe encontrar alguien a quien venderla para vivir, ya sea en su país o en el extranjero. El trabajador que abandona su país, muchas veces arriesga su vida tratando de encontrar trabajo en el extranjero, y raramente es un "trabajador rico", más bien es un proletario, que en el país a donde llega le tocará ser explotado aún más que el proletario nacional, ¡y vosotros lo véis como alguien que está dispuesto a aceptar (¡una cobardía, en suma!) cualquier condición de buena gana! Hablan confusamente de ?trabajador pobre?, ¡a fuerza tal vez de mitificar la figura del proletario este no aparece por ningún lado! Por supuesto que ello no justifica venderse al patrón de hacer de esquirol, pero eso es una verdad también para el proletario nacional, y con la diferencia que el proleario emigrado tiene menos posibilidades de defenderse que el proletario nacional ?¡sobre todo si este último lo trata como a su enemigo!

4. Cuando afirman querer aceptar a los emigrados y dicen: si, pero qué hacer con aquellos que aceptan trabajar a cualquier precio o que no cotizan al seguro social. Esto no puede significar sino que estos trabajadores extranjeros son de por sí una amenaza para los trabajadores nacionales y por consecuencia está bien que los trabajadores nacionales sean protegidos por fronteras y alambres de púas, por leyes anti-inmigración, es decir el Estado nacional burgués! Y es eso lo que precisamente piensan los partidos reformistas y las burocracias sindicales. Pero entonces vayamos más lejos dentro de esa lógica y qué encontramos, que los trabajadores nacionales que no son pobres, que tienen un buen nivel de vida (por ejemplo los funcionarios bien pagados) se sienten amenazados por los ?trabajadores pobres?, por los proletarios marginalizados, desempleados, mujeres, etc. que aceptan trabajar bajo malas condiciones y recibir salarios más bajos ¿habrá que reservar los buenos puestos para aquellos que ya están instalados (y a sus hijos)? Es así como la aristocracia obrera reacciona. No hay trabajador que acepte por placer ser explotado, vivir en casas insalubres y bajo la amenaza de la policía de manera constante.

5. Aquellos que emigran no son aquellos que han querido evitar luchar, sino aquellos que van allí donde el capitalismo mundial los llama, exactamente como todo trabajador obligado a vender su fuerza de trabajo a un patrón para vivir, en cualquier ciudad o región que se encuentre. Una vez que se han vendido, que se encuentran sometidos al patrón, encuentran a otros camaradas en la misma situación de explotación: es allí donde encuentran la posibilidad de luchar y resistir colectivamente, cosa que no existía en los campos de Africa (o... de Andalucía) de donde venían. Antes de venir del extranjero, los emigrados fueron arrancados por el capitalismo primero a las mismas provincias nacionales. Fue así como se formó la clase obrera en el nacimiento del capitalismo, que los ?trabajadores pobres? (campesinos y artesanos arruinados) se transformaron en obreros y han podido luchar. Ese "milagro", es el de la construcción del movimiento obrero pese a las divisiones entre proletarios organizadas conscientemente y mantenidas por los capitalistas.

Saludos

 
El 9/05/2006 1:21 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Chico, te haces pajas mentales, o tienes algún trauma migratorio familiar.

Me parece a mi, que nadie que haya intervenido aquí, ha lanzado ninguna proclama contra los inmigrantes, así que cesa tus acusaciones, que no llevan a buen puerto. Si desde un principio alguien te ha caído gordo, no busques subterfugios. Ve a los insultos directamente, pero no busques donde no hay.

Primeramente, ávido lector de Marx a medias, no entiendo tu empecinamiento por borrar de Marx sus "lados malos". Obviamente, para mi no los tiene, pero por lo que se ve, para ti sí, pues aún dándote referencias del susodicho artículo, te niegas hasta a reconocer su simple existencia. Venga, una ayuda (aunque lo mismo saltas con que hasta esto me lo invento): puedes leer esta revista en castellano, si encuentras un libro llamado "De la Liga de los justos al Partido Comunista" (Ed. Roca, 1973, México, traducción del Wenceslao Roces), que contiene, además de textos, el contenido de dicha revista. Si es que te interesa. No gusta reconocer que el propio Marx y Engels no lloraban por los emigrados, pero...

Tratemos algunos puntos, los que se puedan, porque aparte de la diatriba emigracionista, poco más se puede sacar.


Yo no he negado que no hubiera emigrados económicos alemanes en Francia. Digo que las referencias del propio Marx, y los cultivadores de las organizaciones obreras en Francia e Inglaterra fueron los emigrados políticos. Si quieres, hacemos biografía de los miembros de la Liga, y vemos. Que había emigrados económicos, sí claro, te digo que nadie lo niega. Pero el papel fundamental lo jugaron aquellos que emigraron por luchar.

El hecho de que la Liga de los justos se abriera a obreros de diferentes nacionalidades, ¿en qué contradice todo esto?

No sé por qué te asombras por el hecho de que alguien diga que no todos los trabajadores son pobres, cuando unas líneas más para abajo, tú mismo invocas a los trabjadores acomodados españoles. Pues claro que no todos los trabajadores son ricos. ¿Acaso un funcionario (incluso en Nigeria) es pobre? ¿y es pobre aquel que puede pagarse una carrera universitaria en Perú o en Ghana? Claro que un funcionario de Ghana en España no es rico, ¡pero en Ghana no es pobre! Lo cual contradice que siempre se emigra huyendo de la pobreza. De la misma manera, un piloto de AENA, en Suecia no sería rico. ¿Quiere eso decir, por mor de esa falsa regla de tres, que es un trabajador pobre? Pobre trabajador piloto, que sis e va a Suecia, en vez de piso en el centro y chalet en la playa, iba a tener que vivir en un pisito de 30 m2 en las afueras.

Ciertamente, el problema es que a fuerza tal vez de mitificar la figura del proletario..... ¡este aparece por todas partes!, confundiendo posturas de clase con un simple "obrerismo". Pero para empezar, es necesario insistir, NO TODO TRABAJADOR ES PROLETARIO. Y como yo no soy obrerista, la condición de trabajador no me oculta la verdadera cuestión de las cosas, que es que por ser trabajador, ningún tipo de certificado garantiza que luches por tu clase.

No he leído a nadie (excepto a ti) querer aceptar a los emigrados así sin más. Acepto a los emigrados proletarios. Pero matizando siempre que, a su vez, acepto a los proletarios que se sitúan en el terreno de clase. Sea proletariado indígena o emigrado.

Me parece perfecto querer superar las barreras entre trabajadores indígenas y emigrados. Pero esta barrera no siempre la pone el trabajador autóctono, también el trabajador emigrado que acepta la función de esquirolaje cuyo fin tiene la emigración de trabajao vivo.

Repito (para seguir evitando ulteriores manipulaciones) la cuestión no es estar en contra de los inmigrantes. Que aristocracia obrera, por aquí me parece que hay poca (nada).

Yo sigo sin ver a esos inmigrantes luchadores que nos pintas.

Sí, sí, tampoco veo que el proletariado autóctono lo haga en demasía, pero es que yo no he vendido eso.

 
El 9/05/2006 2:24 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Pero chico, cuidado donde eyaculas tus pajas mentales, que si cae en los ojos impide ver.

Leído lo leído en tu última intervención, sinceramente, sólo puedo decirte que leas. No ya en general, sino lo dicho. Matizo, lo realmente dicho.

Chico, nadie te niega que existan emigrados económicos, si claro que existen. Lo que te niego es que por esta condición el trabajador inmigrante vaya a sumarse a la lucha de clases de por sí.

Ningún articulo de la revista choca contra el otro, los dos son bien coherentes. Sólo... léelos. Menos mal que, al menos esta vez, no has dicho que no existe.

Las citas. Si yo cito a marx, adecúo las citas, si tú citas a Lenin, expones certezas. Es cierto, tú no adecúas las citas, intentas algo más homérico, adecúar la realidad a las citas.

Tú mismo te delatas, lanzando la pregunta "¿Qué es lo que realmente buscas?" Demuestras que buscas que la realidad, precisamente se adecúe a tus citas.

Yo no busco, porque la realidad no depiende de lo que yo quiera ver. Sino que es lo que es, por tanto me limito a verla como es. Si el proletariado lucha, o no, no es porque yo lo "busque", ni porque lo pretenda yo o no. Sino porque las circunstancias histtóricas lo determinen (sí, el materialismo histórico ese....).

Eso sí es voluntarismo obrerista. O creencia en la magia. Superstición milenarista, si se es obrero, se es revolucionario. Tú verás si quieres verlo así.

 
El 9/05/2006 2:27 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

""ávido lector de Marx a medias", es esa especie de remilgo al que nos referimos, si pero no, si no es un oximorón ¡cómo se puede estar ávido de algo "a medias"!"

Hombre, ese grave problema, precisamente, es tuyo, tú verás como te lo gestionas. Por mi parte, a mi me importa un pimiento oximorrón...

 
El 9/07/2006 2:11 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

(En breve -espero- pasaré a digital el artículo de la Revista Comnunista, así como la revista entera, si los medios técnicos disponibles me lo permiten).

 
El 9/19/2006 6:59 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Las Mentiras del nacional socialismo.

De entre las muchas cosas con que el gobierno del Psoe lleva jugando en sus casi tres años de gobierno, y tras él toda su cohorte de vocingleros de corte socialcivilsta, una muy importante es la inmigración.

Con los miles de inmigrantes que llegan regularmente a las fronteras mediterráneas o continentales de España, esgrimen la necesidad de integración mediante el mestizaje, la multiculturalidad y algunas propuestas etnicistas más. Y no es éste el lugar para explicar lo que se oculta tras ese escaparate falsamente progresista pero sí de situar la realidad que esto supone para el proletariado en sus justos términos.
Porque si está claro que las políticas sociales del Psoe no van a mejorar nuestras condiciones de vida, muchas veces no se sabe hasta qué punto las están empeorando. Así que no estará de más echar un vistazo a los datos publicados en mayo de 2006 por la Organización para la Cooperación al Desarrollo (OCDE) en sus previsiones para España.
Relacionando el crecimiento salarial con la cantidad de inmigrantes establece para el año 2002 una tendencia de dos años de crecimiento salarial cero y una proporción de menos del 5% de inmigrantes entre los trabajadores del país. Tra un breve repuntedel crecimiento salarial que sigue a este dato (primeros meses de 2003) el crecimiento de la proporción de inmigrantes entre los trabajadores llega al 8% y el nivel salarial no dejará de caer proporcionalmente. Finalmente en 2005 hay un 12% de inmigrantes trabajadores sobre el total y el crecimiento salarial es del -2%. Y ña tendencia continua.
Por supuesto alguien aducirá que una tasa negativa de crecimiento salarial la ha habido en muchos otros momentos y no necesariamente ligada a la inmigración. E incluso que es tendencia estructural en el capitalismo que así sea. Cierto, pero nos fijamos con este ejemplo en una época muy concreta en que no ha habido muchos más cambios que los referidos a la inmigración entre las circunstancias que influyen en el salario; además para esta misma época el paro descendió proporcionalmente, lo cual debería aumentar los salarios; siendo así que no este dato sólo da solidez a esta interpretación que, recordamos, no es nuestra sino de la OCDE.

Dicho esto ¿qué más diremos? A parte de que queda mucho por explicar para dilucidar enteramente esta cuestión (y remitimos a los otros artículos del blog al respecto de la inmigración)¿pediremos una política de inmigración más restrictiva? ¿la segregación de trabajadores inmigrantes y autóctonos? ¿o acaso seguiremos a los que no quieren enterarse y piden con eslóganes humanitariamente frívolos la plena integración? ¿quizá las consignas tipo Corriente Roja que dice esterilmente que todos somos la misma clase obrera, sin más?
Nada más lejos de nuestras intenciones porque no hay nada más lejos del marxismo revolucionario que defendemos que las consignas burguesas azules o rojipardas.
De nuevo no tenemos necesidad de inventar nada nuevo, sino de recurrir a la historia y recordar ese pasaje del manifiesto inaugural de una Primera Internacional obrera que fue fundada precisamente sobre el contencioso que mantenían inmigración y lucha obrera, donde decía:
"La clase obrera posee un elemento de éxito, el número; pero ese número no pesa en la balanza mientras no esté unido por la cobinación y guiado por el saber. La experiencia ha demostrado suficientemente qué vergonzoso menosprecio infligirá la derrota común de sus incoherentes esfuerzos a esta liga de fraternidad común que debe existir entre los obreros de los diferentes paísees y que debe estrechar con firmeza a unos con otros en sus luchas de emancipación"
Entonces, la unión de todos los proletarios contra la burguesía. Pero no la defensa de los inmigrantes sino la solidaridad de clase entre los proletarios que luchan. No es la defensa del éxodo claudicante de obreros (y clases medias) sino la delimitación clasista y la crítica feroz de toda supuesta salida intermedia.
Sin duda a los escapistas sociales para quienes la realidad es una cadena que les priva de su ideal, esto les parecerá un internacionalismo "abstracto". Pero es que para nosotros su humanitarismo democretino sólo es terrorismo contra el proletariado.

 
El 10/13/2006 7:45 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

No se puede puede pensar que una lucha que deje de lado al proletariado inmigrante puede aportar algún tipo de beneficio al conjunto del proletariado de una nación. Tampoco creo que se pueda culpar al inmigrante de esquirolaje cuando actúa sin saber si quiera lo que significa esa palabra, y sobre todo cuado es el español el primer esquirol. ¿es descabellado pensar que cuando comience a levantarse el proletariado autóctono le acompañara el forastero? Se puede acusar del empeoramiento del nivel de vida tanto a uno, por aumentar la oferta de mano de obra, como a otro, que ha permitido que esa competencia repercuta seriamente.
Por otro lado, calificar de "éxodo claudicante" a los movimientos migratorios (no sé si todos o solamente los actuales)me parece una exajeración.
Salud

 
El 10/27/2006 6:46 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Sin ánimo de ofender esa teoría del nosepuedeacusaranadie me parece el clásico alegato para redimir imaginariamente de culpas bien reales que afectan a la clase obrera (autóctona por a, emigrante por b) que al fin y al cabo es la que debe asumir la DIALÉCTICA DE LA RESPONSABILIDAD, es decir, tomar su destino en sus propias manos, lo que para todos significa asumir su rol. Que la emigración practica el esquirolaje (y entendamos que no se acusa a uno u otro inmigrante, hablamos de movimientos en el terreno de las clases sociales) y la clase autóctona se ha dejado son premisas básicas a entender para intentar que esto salga hacia arriba alguna vez.
Pero me parece que eso no es lo que interesa a muchos poncios pilatos que se lavan las manos ante cualquier problema arguyendo que la culpa la tienen los jefes, los isndicatos, etc, etc.

 
El 11/03/2006 10:38 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Contestamdo a L'outre monde, muy deacuerdo en reconducir la conversación, que os parece la siguiente noticia:

Ante la inminente entrada de Rumanía como país miembro de la UE, varios países de los ya miembros han realizado pactos internos para no dejar a los rumanos emigrados tener la regularidad de la que el resto de ciudadanos disfrutamos en todo el territorio de la UE.
España ha sido uno de esos países, en el que los sindicatos, en concreto CCOO, han pactado con el gobierno de la nación que no se regularice la situación de los inmigrantes de ésta nacionalidad.
Semejante barbaridad, además nacida del seno de un sindicato que acaba de anunciar su adhesión con una plataforma sindical internacional, para proteger a los trabajadores de la explotación, según decían.
Parece ser que la economía patria necesita continuar utilizando a este proletariado sin duda numeroso, para depauperar las condiciones de los demás, su economía unicamente basada en la merma de los salarios en vez de en la inversión en capital constante (maquinaria, tecnología..).
Así, deberemos evitar que esta barbaridad que debe ser contestada se catalice por parte de los partidos de la burguesía rumana en España. Nuestra tarea sería lograr que no se aliaran con su propia burguesía, en favor de hacerlo netamente como proletarios con sus hermanos en España.
La postura de los comunistas ante la situación en que mantienen a los trabajadores extranjeros, de irregularidad debe combatirse, ya que supone una de las razones de más peso de la diferenciación con los trabajadores autóctonos; que les pone en situaciones de esquirolaje, robo... Además de en una situación de inmovilización para su defensa y la de los demás.
Los comunistas debemos pedir papeles para los trabajadores, no papeles para todos. No queremos que le den a las mafias papeles- para-todos-sus-trapicheos. Si todos los trabajadores inmigrantes que España ha dejado entrar pueden trabajar, entonces que se les den papeles. Lo que no podemos pensar es que no llevan una política de inmigración controlada, y de admisión con contrato de trabajo, porque no puedan o sean tontos. En Arabia Saudí los trabajadores de otros países van a éste a trabajar y sin ningún derecho de ningún tipo, ni como ciudadano ni como trabajador y el gobierno los controla ya que al acabar el trabajo los sacan a todos del país: van trabajan 24 horas seguidas y los largan.
En España, como es democracia, la única manera de dejarlos sin derechos de ningún tipo es que entren como ilegales, y que formen parte del ejército de temporales y parados.

 
El 12/28/2006 10:38 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Aquí va una noticia del archireaccionario diario El País.

El Gobierno ha autorizado la contratación en sus países de origen para trabajar en España durante 2007 de 180.000 trabajadores inmigrantes. La cifra, provisional y ampliable, incluye el llamado contingente de extranjeros, seleccionados según su perfil profesional y cuyo número se determina junto a las comunidades autónomas (27.034), los braceros de temporada (61.000) y aquéllos a los que el empresario puede ir a buscar a su país de forma nominativa (92.000 personas). El Ejecutivo ha incluido por primera vez junto a las cifras de contingente una estimación del total de trabajadores extranjeros que van a entrar en España en 2007 "que se aproxima a la cifra real de llegadas anuales", aunque calcula que el año se cerrará con 200.000 contrataciones en origen.


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Pese a las regulaciones de inmigrantes (la última de 500.000 sin papeles), pese a la bolsa de irregulares, pese a la contratación en los primeros nueve meses de 2006 de 150.000 extranjeros, el mercado laboral español sigue demandando mano de obra extranjera legal. Y mucha. Por ello, el Consejo de Ministros aprobó el pasado día 22 el contingente de trabajadores extranjeros de régimen no comunitario en España para 2007. El dato pasó casi desapercibido, dado que ese era el día del sorteo de Lotería de Navidad y de la reunión entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, que lo tapó todo. El contingente fijado es de 27.034 personas, frente al de 16.878 trabajadores establecidos para 2006. Este fue el dato que se difundió.

"Ésta es una cifra claramente provisional y podría adaptarse a las necesidades de nuestro mercado de trabajo", asegura el Gobierno. Es decir, se contratará a los que haga falta, en cuanto haga falta. El grueso del contingente, un año más, está destinado a obreros de la construcción y empleados de hostelería, seguido del sector servicios y la industria del metal. Pese a que la cifra prevista para todo 2006 era de casi 17.000 extranjeros, los datos del Ministerio de Trabajo sobre el primer semestre del año muestran que el número fue más que ampliamente superado.

A 30 de junio, se habían solicitado 60.720 autorizaciones de trabajo, de las que habían sido concedidas 47.576. De ellas, la inmensa mayoría (45.598) eran trabajos de temporada, ofrecidos de forma genérica o nominativa. Es decir, que la cifra del contingente no era real. Por ello, este año el Gobierno ha optado por hacer una previsión "que se aproxime a la cifra real de llegadas de trabajadores".

Aceptar la realidad

Para hacer el cálculo de necesidades para el año que entra, el Gobierno ha tomado los datos verdaderos del contingente del año pasado y ha valorado el hecho cierto de que entre enero y octubre pasados fueron contratados en origen, por catálogo y por contingente, 150.000 extranjeros. En el primer semestre, el dato era de 116.002 inmigrantes contratados en sus países, 47.576 mediante el sistema del contingente y los otros 68.426, vía contratación individual nominativa por el régimen general de la Seguridad Social. De estos últimos, el 35% fue elegido gracias al llamado Catálogo de Puestos de Difícil Cobertura, es decir, aquellos trabajos para los que no se encuentran trabajadores en España (desde pastores a marineros, pasando por tipógrafos o deportistas profesionales). A día de hoy, todavía están sin cubrir 2.630 puestos de dicho catálogo para 2006.

El Gobierno, vista la realidad, ha decidido autorizar, además de los 27.034 contratos de contingente, la contratación estable de 92.000 extranjeros vía nominativa (a los que los empresarios pueden ir a buscar a sus pueblos) y otros 61.000 contratados temporales (nueve meses como máximo dentro de un periodo de un año), sobre todo para las distintas campañas agrícolas, como la que ahora empieza de la aceituna. Es decir, que como mínimo durante el año que viene entrarán a trabajar legalmente en España 180.000 extranjeros no comunitarios. "Nos acercaremos a cerca de 200.000 trabajadores contratados en origen" a finales de año, según el Gobierno.

El 30 de noviembre, los extranjeros inscritos en la Seguridad Social eran 1.880.701 (358.782 de la UE y 1.521.919 no comunitarios), concentrados sobre todo en Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía, por este orden. Ecuatorianos, marroquíes, rumanos y colombianos suman más de la mitad de los no comunitarios.

No necesita mucho comentario excepto el hecho de que casualmente, cual AFINSA con los policías y Bono, haya sido tapado con la Lotería nacional y el hecho sumamente curioso de que los españoles no quieren ser a)deportistas profesionales y b)tipógrafos (Anselmo Lorenzo in memoriam).
Que en definitiva bajo la expectativa lotera y los despistes amables de las profesiones non gratas cuelan la realidad de una avalancha migratoria diseñada en los despachos patronales y gubernamentales para continuar la devaluación de la mano de obra. No de la mano de obra nacional sino de toda, cualquiera que sea su procedencia.

Pd: ¿ya vieron a HB hacer propaganda del vasquismo militante entre los rumanos de la venta ambulante? Se ve que los maquetos sólo lo somos hasta centro europa.

 

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